Yoga ς Antroposofía.
En el siguiente trabajo trataremos de abordar dos ciencias que experimentan el mundo sutil integrándolo a la vida cotidianana.
Comprendemos como ciencia a “una construcción de la humanidad basada en una observación minuciosa de la naturaleza, del hombre mismo y del cosmos” , es decir de todo el ámbito que rodea al hombre, seguida de un desarrollo del pensar para comparar, medir y elaborar hipótesis y teorías respecto a lo observado.
Ambas ciencias se someten a una metodología, es decir a un método (metahodos significa “camino a seguir”). Cada una posee el propio. ¿Pueden unificarse? ¿Integrarse? ¿Apuntan hacia lo mismo? ¿Pueden integrarse al aprendizaje, modo de vida, estilo del S.XXI?
Yoga, una ciencia legendaria, Antroposofía, una ciencia párvula…
Ambas ciencias dirigen su atención hacia la observación de uno mismo, hacia la investigación de las profundidades del ser humano tanto a nivel de su mente, sus emociones y sus sentimientos.
Las nuevas premisas para aprehender el mundo.
Yoga.
El yoga es una ciencia legendaria originada en la India, el registro más antiguo que posee es el texto “Yoga Sutras” de Patánjali ( 700 ó 300 A.C.), quien recopiló las principales técnica y teorías refiriéndose al significado y la meta del yoga, la meditación y los resultados de su práctica.
Otros textos como “Hatha Yoga Pradipika” el “Geranta Samitha” (700 D.C.) explica más en detalle los aspectos técnicos sobre las posturas corporales asanas y las técnicas de respiración pranayamas. Éstos poseen múltiples descripciones escritas de cómo debe hacerse cada técnica.
La palabra yoga viene de la raiz sánscrita Yug que significa “aquello que une y que ayuda a fusionar la conciencia personal con el absoluto.”
El yoga es una ciencia en donde su objetivo es lograr la armonía, el equilibrio y la integración del gran ser y uno mismo, comprender los opuestos naturales del ciclo de la vida, fusionar todos los aspectos de la existencia del ser humano.
Con la práctica del yoga el individuo obtiene conciencia de sí mismo, a través de las técnicas internas: asanas, pranayama, pratyahara. Mejora la percepción del mundo externo y adquiere fundamentos elementales para la convivencia, es decir, disiciplinas éticas sociales e individuales denominadas yama y niyama, técnicas externas.
De este modo el individuo aprende a convivir cada situación en una “sabiduría” de sí, con y en integración con el todo formando parte de él. El individuo se autorealiza manteniéndose saludable, alerta, receptivo, educando y armonizando su interior con sana calidad de vida y equilibrio espiritual.
Como efecto de la práctica del yoga, surge el nivel profundo, según Iyengar, dharana, dhyana y Samadhi.
Las técnicas externas e internas y profundas que posee el yoga, otorgan un trabajo integrado a nivel físico, mental y espiritual, otorga un cuerpo sano y relajado y una mente serena y despejada.
El yoga es un camino (método) de autorealizaión, en donde, el ser, cada instante se adapta a un todo. Transcurrir en este camino e integrar los 8 aspectos fundamentales de esta ciencia, aspectos que implicados en la existencia de ser humano, expande el ser, la conciencia mental.
“Las circunstancias de la vida están ahí para nuestra evolución” Iyengar.
Antroposofía.
La Antroposofía es una ciencia espiritual de orientación, fundada por Rudol Steiner (1861-1925), un científico, un filósofo, un pedagogo, un artista y un místico (entendiendo por misticismo, aquella actividad que trata de develar los misterios ocultos a los sentidos meramente físicos). Sobre la base de la seriedad y la exactitud científica, esta ciencia intenta penetrar con la espiritualidad en las ciencias modernas, ampliar el campo científico con el conocimiento de los “mundos suprasencibles”.
Este camino puede ser iniciado por todos y cada uno de los individuos, sin ningún tipo de condicionamiento, las pautas surgen de una conciencia clara y en pleno estado de vigilia. Este intenso y prolongado trabajo interior, con las fuerzas del Pensar, del Sentir y la Voluntad, permite descubrir el sentido de los secretos, de la existencia y de la vida misma.
Rudolf Steines describe el objetivo de esta ciencia de este modo:
“La antroposofía es un camino de conocimiento que quiere conducir lo espiritual en el ser del hombre a lo espiritual del en el universo.”
ANTROPO = se refiere al género anthropos: el hombre, lo humano.
SOFIA = proviene del vocablo griego sophia: que significa sabiduría,
por lo tanto hablamos de una “sabiduría del hombre” y de esta forma se enuncia una filosofía de vida, una manera de ver e interpretar el mundo a partir de una profunda observación del ser humano que excede largamente su cuerpo físico penetrando en su alma y su espíritu.
La metodología antroposófica se basa en el autoconocimiento, ya que cree que el estudio y el desarrollo interior llevan a una experiencia concreta de la dimension espiritual del ser humano y del mundo. Éstas experiencias fructifican los diversos campos de la vida: arte, religion, ciencia, pedagogía, medicina, farmacia, agricultura, trabajo social, economía y muchos más.
La Antroposofía, aplicada a la Medicina, da como resultado una ampliación del arte de curar, gestando así una visión integral del hombre, que lo capacita para comprender y explicar hechos y fenómenos que la Ciencia Natural aún no puede hacerlo. Cuando se aplica a otros campos de la vida humana da como resultado una comprensión de la vida anímica superior (la Psicosofía), la creación de una excelencia pedagógica (la Pedagogía Waldorf), de una inédita atención a los niños especiales (la Pedagogía Curativa), de un profundo trabajo corporal (la Euritimia), de una sabia utilización de las fuerzas sutiles humanas (la Terapia Artística) o de un particular cultivo del suelo (la Agricultura Biodinámica), entre otras.
La Antroposofía indica el camino de autoeducación para despertar las facultades de percepción espiritual, latentes en cada alma humana.
Describe las distintas jerarquías espirituales, su evolución y sus actividades por cuanto éstas intervienen en el proceso evolutivo del hombre, según principios generales cognitivo-evolutivos que comprenden etapas de 7 años, denominadas septenios. Aplicando otro enfoque puede decirse que el hombre se compone de cuerpo, alma y espíritu.
Con su cuerpo el hombre participa en la realidad físico-sensoria, con el alma en el mundo anímico y con su espíritu en el mundo espiritual.
Por consiguiente se amplía la perspectiva más allá de la vida física hacia una existencia prenatal y postmortem, dentro de una sucesión de vidas terrestres repetidas.
Es una cosmovisión que permite descubrir las relaciones entre la Naturaleza, el Hombre y el Cosmos. Y rescata idea de los arquetipos presentidos por Goethe.
Antropoyoga.
Como observamos en ambas breves descripciones, estas ciencias brindan herramientas necesarias para la nueva era.
El yoga milenario nos brinda su sabiduría y nos muestra sus sanos modos de vida, la antroposofía, surge ante la necesidad preparar una nueva conciencia debido a las características de la era entrante.
Steiner sostiene que al practicar la antroposofía en lo cotidiano, consigue que el alma despliegue una conciencia superior a la común y se oriente hacia una comprensión espiritual de los fenómenos y no meramente intelectual. Permite movilizar la conciencia en varias direcciones y hacerla más amplia hacia diversas dimensiones cognitivas conscientes y supraconscientes.
Iyengar escribe que el yoga es celular, mental, intelectual y espiritual. Es integración, desde el cuerpo hasta el sí mismo, por tanto es unir el cuerpo con la mente, unir la mente con la inteligencia y las tres unirlas al alma. El yoga es la “… ciencia que libera nuestra mente de la esclavitud del cuerpo y la conduce al alma…”
A pesar de la diferente denominación, las distantas bases ideológicas sobre las que se fundamentan, ambas ciencias permiten una expansion en la Mirada hacia el Mundo, una aplicación en el día a día de las mismas, a fin de que la vida se vea informada por la filosofía. La filosofía del crecimiento individual, siendo fieles a nuestra propia evolución y desarrollo, para difundirse hacia la comunidad, así la sociedad, al planeta, al cosmos.
Las caracterísicas más prominentes y fundamentals de yoga son la toleracia, la universalidad y la simplicidad. La antroposofía intenta retomar lo teosófico de paradigmas anteriores uniéndolos a lo antropocéntrico del paradigma que está concluyendo, para obtenter las características propias del yoga.
Nos parece importante pronunciar algunos temas en común que no se han desarrollado en la monografía.
Ambas ciencias mencionan:
- la existencia de energía vital, universal.
- el trabajo corporal necesario para la integración cuerpo mente espíritu.
- la “expresión artística” para la comprensión de nuestro inconsciente, el arte como catarsis de reconocimiento.
- la existencia de un conocimiento humano, arquetipos, inconsciente colectivo.
- la meditación como camino hacia la unicidad universal.
- la existencia de varios cuerpos, no solo el cuerpo físico.
En un mundo en donde el paradigama se encuentra desprovisto de profundidad, union e integración, en donde lo que prepondera es lo multiple, lo trivial, lo excéntrico, surge como consecuencia circular el renacer espiritual que otorgue una verdad simple que hable desde lo intelectual como desde lo espiritual, olvidando toda carga peyorativa que fue gestando desde ideas pasadas a esta palabra.
La cultura tecnológica ha deformado la capacidad de percibir y de pensar del hombre masa, entregándolo a los dictados de los medios masivos de comunicación.
El ser humano, como raza, está buscando comprender el movimiento cósmico, y para ello está descubriendo la importancia de comprender la unicidad que existe entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Nuevas versiones, caminos espirituales surgen en este contexto de vacío de sentido.
En este caso nos encontramos con el yoga y la antroposofía, ambas asequibles al alma humana más sencilla y ofrecen herramientas correspondientes a las necesidades de la vida práctica, como asimismo la vida anímica y espiritual de nuestro tiempo; quiere decir, a los anhelos que buscan el sostén interior y la firmeza del alma, la fuerza para el actuar y la fe en la humanidad y su destino.
El destino se revela como algo que el hombre elige para corregir fallas cometidas y allanar el camino de su paulatino perfeccionamiento en el futuro. La visión del destino humano, por lo tanto, no es pasiva sino activa.
Es precisamente en esta época que puede alcanzar un gran significado la postura que adopte ese hombre en el análisis tanto de los sucesos del mundo (guerras, globalización, pobreza, injusticia, xenofobia, etc) como de su situación personal (situación económica, social, familiar, relación con sus enfermedades y la propia muerte, así como el sentido de su vida entre otras).
"Uno puede llegar muy lejos y muy profundamente si empieza muy cerca; vale decir, con uno mismo. Si uno no se comprende a sí mismo, no puede avanzar mucho."
En el marco de la educación, ambas ciencias permiten desarrollar en el niño las bases para un pensamiento claro y preciso que tienda a la libertad, sentimientos auténticos que respeten a los demás en un marco de igualdad de derechos y obligaciones y una voluntad vigorosa capaz de sustentar responsablemente la fraternidad en la vida económica del porvenir.
¿Pueden integrarse al aprendizaje, al modo de vida, al estilo del S.XXI? Debe suceder inevitablemente la interconección y fundisión de disciplinas tanto legendarias como nuevas, en la filosofía humana actual, el cosmos naturalmente lo está realizando, nosotros como parte del mismo, podemos acceder a la universalidad e integrarnos.
